domingo, 14 de junio de 2009

BENJO CRUZ (descargar)



Disco del cantor argentino Benjo Cruz.Benjamín Cruz, o Benjo, como se lo conoció, nació en la provincia argentina de Santiago del Estero, aunque triunfó como cantante en Bolivia. De ahí que muchos crean que era de origen boliviano. Benjo murio a la joven edad de 27 años, luchando en las filas del Frente de Liberación Nacional fundado por los hermanos Peredo, luego del asesinato del Che en La Higuera.Es poca la información que circula con respecto a Benjo, por eso tomamos la siguiente información del sitio www.musicalike.com.ar, para compartirla con ustedes.Para los interesados en Benjo Cruz, aquí van unos extractos tomados de los dos primeros tomos de “La voluntad”, de Caparrós y Anguita.“Al día siguiente Miguel estaba con Ana tomando unos vinos y, cuando terminó de cantar el grupo folklórico, uno de los dueños del boliche sumó a la mesa a uno de los santiagueños.-Este tipo te va a interesar, Molfino.-Benjamín Cruz, para servirle.La voz entrenada en las chacareras lo hacía ganador. El santiagueño era alto, magro, con la cara aindiada y peinado con bastante gomina.-Pero mejor llamame Benjo.Al llegar la madrugada, tras varias vueltas de tinto, el santiagueño y el chaqueño ya habían entrado en confianza.-Mirá, Benjo, acá hay mucha gente que está identificada con el Che, somos muchos los que queremos militar.El cantor no anduvo con rodeos. La manera de seguir el ejemplo del Che es hacer la revolución.Miguel festejó la postura y esperó a ver cómo seguía.-Yo me voy a Bolivia. Allá se reorganizó el Ejército de Liberación Nacional que fundó el Comandante. Quedan dos de los hermanos Peredo en el monte, y además ahora tienen grupos en las ciudades. Mirá Miguel, si te animás, venite conmigo a Bolivia.Para Molfino la invitación era casi una orden pero no pudo evitar, al escucharla, un suave escalofrío de terror. Cuando salió del impacto le contó que era el mayor de cinco hermanos y que su madre era viuda.-Bueno, si querés quedarte acá y seguir hablando al cuete, es tu problema. Pensalo, hermano. Yo me quedo en el Chaco cuatro días más.Al otro día, Miguel encaró a su madre y le contó todo. Antes de que terminara, Noemí ya estaba llorando. Miguel se sintió aliviado. Ahora sólo tenía que vencer la vergüenza que le daba enfrentar a ese santiagueño tan decidido y decirle que no iba a ir a combatir con Inti Peredo. Pero al rato de hablar, lejos de censurarlo, el Benjo le disolvió la culpa con un abrazo.-No será tu momento, Miguel, no importa.Lo miró a los ojos y le agregó.-Ya va a llegar. Hermano, yo sé que estamos en el mismo camino.Cuando se fue el cantor a Miguel le quedaron sensaciones confusas. Por un lado, sentía que había traicionado la expectativa de un tipo muy jugado; por el otro, pensaba que a lo mejor el tipo le estaba haciendo una cama, que tal vez ese cantante de chacareras era medio fabulador. O que era cana, vaya a saber. El Benjo Cruz se fue con su música a otra parte, y Miguel Molfino siguió pensando que ya le llegaría su momento. Aunque le parecía que tenía que apurarse: ya estaba por cumplir los veinte años.” (1)“(…) En Resistencia, un músico amigo le contó que Benjo Cruz, el santiagueño que había pasado por ahí el año pasado, triunfaba en La Paz y que a menudo lo invitaban a las fiestas de la aristocracia boliviana. Miguel se dijo que menos mal que no le había dado bola.” (2)“Una de esas noches, en la redacción del Norte, Miguel recibió un cable de la agencia UPI que titulaba “Argentino muerto en Bolivia”. La cabeza de la información decía que en un combate, en plena selva habían sido abatidos varios guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional y que uno de los muertos era Benjamín Cruz, veintisiete años, oriundo de Santiago del Estero. El cable agregaba que era el mismo que meses atrás, tras cantar en la casa del general Ovando, había pasado a la clandestinidad porque el Ejército había detectado que Cruz hacía inteligencia para el ELN. Miguel pensó muy seriamente que esa noche tendría que emborracharse para pagar la culpa de no haberle creído al pobre Benjo.” (3)
(1) La voluntad Tomo 1. Eduardo Anguita – Martín Caparrós. Pág 513. Ed. Planeta
(2) La voluntad Tomo 2. Eduardo Anguita – Martín Caparrós. Pág 200. Ed. Planeta
(3) La voluntad Tomo 2. Eduardo Anguita – Martín Caparrós. Pág 301, 302. . Ed. Planeta.
01. Introducción
02. Tienes que oírme
03. El grito
04. La guerrillera
05. El bienaventurado
06. La Vuelta de Obligado
07. Canto a mi América
08. Canción para mi América
09. Furia
10. La veleta y el viento
11. Gritando esperanzas
12. La casa de la libertad
13. Tonada para Manuel Rodríguez
14. Fusil Garant
15. Guarden la luna
16. Palabras de despedida

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