Superando todos los pronósticos, el presidente Evo Morales ganó en primera vuelta la elección con el 63% de los votos, mientras que su más inmediato seguidor, el derechista Manfred Reyes Villa obtuvo 23%, y el empresario Samuel Doria Medina alcanzó el 7%.El gobernante, cuyo ascenso al poder hace más de cuatro años puso fin a un ciclo de extremistas gobiernos neoliberales, se impuso abrumadoramente en la mayoría de las regiones del país.El Movimiento al Socialismo (MAS) ganó en seis de los nueve departamentos (La Paz, Oruro, Chuquisaca, Potosí, Cochabamba, y Tarija). La agrupación sólo fue superada por el Plan Progreso para Bolivia de Reyes Villa en Santa Cruz, Beni y Pando.Con los primeros resultados se prevé que Morales alcance la mayoría en ambas cámaras legislativas (130 diputados y 36 senadores), con lo que tendría la llave para crear un nuevo Estado, desarrollar sin trabas la Constitución de corte indigenista y reconstruir instituciones como el Tribunal Constitucional, la Corte Suprema y la Corte Electoral.En los comicios, los departamentos de La Paz, Oruro, Cochabamba, Chuquisaca y Potosí opinaron a favor de la autonomía. Desde que asumió su mandato, en el 2006, Morales llevó a cabo una amplia nacionalización económica que incluyó los enormes yacimientos de gas natural en manos de petroleras extranjeras.Sus aspiraciones socialistas, sus críticas a Washington y su alianza con el presidente venezolano, Hugo Chávez, le valieron el rechazo de los sectores más ricos de la población, concentrados en el norte y el oriente del país, en la llamada “Media Luna”, en el que se agrupan cuatro distritos gobernados por la oposición conservadora. Pero ayer Morales se impuso en una de ellas, Tarija.Lo cierto es que la estatización de la economía le ha permitido acelerar el crecimiento, otorgar bonos para estudiantes, madres y ancianos, los que parecen haber sido claves para su reelección, pues su popularidad es particularmente fuerte entre los pobres que constituyen el 60 por ciento de los bolivianos.Ahora su principal reto será consolidar la nueva Constitución que configura un nuevo Estado plurinacional con mayor participación de los indígenas, que son mayoría en el país. Morales aprobó un régimen de autonomías para las regiones y para los pueblos indígenas que es cuestionado por líderes políticos regionales.Evo señaló ayer que en estos casi cuatro años en el poder ha administrado el país bajo la premisa de “someterse a los mandatos del pueblo a través de los referéndums”.Los bolivianos no acuden a las urnas solamente para elegir a sus autoridades como en el pasado, sino también a definir políticas de Estado, apuntó.
fuente: diario LA PRIMERA
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